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De emprendedor a líder: un salto que nadie anticipa

Al comienzo, la mayoría de quienes fundan o gestionan una pyme hacen de todo: gestionan clientes, proveedores, cobran, venden, entregan. Y eso está bien. Pero cuando el negocio empieza a escalar, ya no alcanza con hacer. Hace falta guiar, ordenar, alinear, acompañar. Hace falta pasar de emprendedor a líder.



Cuatro personas colaboran en una oficina iluminada. Dos mujeres sonríen. Hay portátiles y café en la mesa. Ambiente alegre.

Empezaste con una buena idea. Fuiste armando el equipo, multiplicando tareas, tomando decisiones sobre la marcha. Todo iba bien… hasta que creció. Y ahí, lo que antes podías controlar, ya no alcanza. La estructura se desordena, el equipo espera guía, y tú mismo te preguntas: ¿Cómo hago ahora?


Y ahí aparece el dilema: nadie nos enseñó a hacerlo. El liderazgo no venía en el plan de negocios. Nadie nos explicó cómo sostener equipos, cómo delegar sin perder el control, cómo dar feedback, cómo acompañar a las personas mientras intentamos sostener la rentabilidad.


Comenzamos a crecer sin manual de instrucciones

El equipo se agranda, las decisiones se multiplican, aparecen nuevos roles, procesos que antes no existían… y de pronto, ya no alcanza con "hacer bien lo que hacíamos".

Uno de los desafíos más invisibles (pero más importantes) es este: empezar a liderar de verdad, sin haber sido entrenado para eso.

En las primeras etapas, el liderazgo suele ser intuitivo: cercanía, ejemplo, ganas. Pero a medida que la pyme crece, ese liderazgo más informal empieza a mostrar límites:

  • Decisiones que se demoran o no se entienden.

  • Tareas que se repiten porque nadie sabe quién hace qué.

  • Confusiones o roces que antes no existían.

  • Personas que se desmotivan porque no sienten guía ni claridad.

  • Lo que funcionaba con 3 o 4 personas, no siempre funciona con 10, 15 o más.

El crecimiento exige otro tipo de liderazgo: más claro, más consciente, más estratégico.


¿Y entonces, qué puedo hacer?

La buena noticia es que el liderazgo se puede aprender. No es magia ni genética. Es entrenamiento, reflexión y decisión.

Tal como se titula uno de los libros del autor Roberto Luna-Arocas, “el líder no nace, ¡se hace!

 

Lo que necesitas es comenzar a reflexionar sobre tus capacidades y talento. De esa forma darle sentido al camino que has ido recorriendo y comenzar a dar los nuevos saltos que necesitarás de forma asesorada.


Algunas claves para empezar:

  • Reconocer que ya no se puede hacer todo solo.

  • Definir roles y procesos claros.

  • Aprender a delegar con confianza.

  • Dar feedback con respeto y oportunidad.

  • Cuidar la comunicación: lo que se dice, lo que no se dice, y cómo se dice.

  • Fortalecer el propósito común para alinear esfuerzos.

Liderar no significa tener todas las respuestas. Significa crear las condiciones para que el equipo pueda avanzar, crecer y sostener el propósito de la empresa junto a ti.


No estás solo en esto

Muchas personas que lideran PYMES se sienten solas en este punto. Tienen la presión del negocio, las personas a cargo, el cansancio acumulado, y encima la sensación de que deberían “saber hacerlo”.

Pero liderar se aprende. Y acompañar ese proceso es parte de lo que hacemos en Chucao. Porque sabemos que un liderazgo más claro, humano y efectivo hace toda la diferencia. No solo en los resultados, sino en cómo se vive el trabajo.

Si sientes que tu pyme está creciendo más rápido que tú, quizás sea hora de detenerte un momento y preguntarte: ¿Qué tipo de líder necesita hoy mi empresa?


Si estás en ese punto, te puedo acompañar. Conoce más sobre nuestras asesoría empaquetadas y comienza a dar tus nuevos primeros pasos como Líder.

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