¿Tus números dicen una cosa pero tu caja otra?
- María Pía Bravo

- 24 jul
- 2 Min. de lectura
Hace poco, trabajé con un emprendedor que no entendía por qué su negocio no llegaba a fin de mes. Tenía un ERP, sabía cuánto vendía, incluso manejaba márgenes decentes. Pero aun así, cada mes era una lucha con la caja. “En teoría soy rentable”, decía, “pero en la práctica, estoy al límite”.

Este caso, aunque parezca particular, es mucho más común de lo que se cree.
Cuando hay datos, pero faltan decisiones
Muchas PYMEs ya tienen sistemas contables, ERPs o planillas que registran su información. El problema no es la falta de datos, sino el uso que se hace de ellos. La información está, pero no se traduce en decisiones estratégicas. Se sigue operando “como siempre”, sin detenerse a mirar qué están diciendo realmente los números.
Muchas PYMEs fracasan no por falta de ventas, sino por problemas de gestión interna, especialmente financieros. La toma de decisiones basada en datos sigue siendo una deuda pendiente para la mayoría de las pequeñas empresas.
No es magia: es aplicar lo que ya tienes con una nueva mirada
Una buena gestión no siempre requiere herramientas nuevas ni grandes inversiones. Muchas veces, lo que necesitas ya está en tu negocio: información, experiencia y ganas de mejorar. El cambio real ocurre cuando logras ver con claridad lo que antes pasabas por alto. Cuando ordenas tus datos, defines qué mirar y tomas decisiones conscientes en base a eso, los resultados empiezan a notarse.
No se trata de hacer más, sino de hacer mejor. De dejar de operar en automático y empezar a dirigir tu negocio con intención.
Por dónde partir: 4 claves que puedes aplicar hoy
Identifica tus decisiones clave: ¿Qué debes decidir cada semana o cada mes que afecta tu rentabilidad?
Elige 3 indicadores relevantes: No necesitas mirar todo. Enfócate en los datos que realmente mueven la aguja.
Contrasta intuición con realidad: ¿Tus decisiones se basan en percepción o en hechos?
Revisa tu flujo de caja con mirada estratégica: No es solo una planilla; es la historia real de tu negocio.
Pide una segunda mirada: Conversar tus números con un tercero puede hacerte ver lo que hoy no estás viendo.
¿Estás gestionando con claridad o solo reaccionando? Agenda hoy una sesión de consultoría y comienza a tomar decisiones rentables que realmente impacten en tu negocio.


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