Es una verdadera paradoja, pero cuando decidimos emprender para ganar flexibilidad y estar más presentes en la vida de nuestros hijos, conciliar maternidad y trabajo parece imposible. Te comparto algunas ideas y aprendizajes, ¡para no morir en el intento!
Muchas mujeres deciden emprender con la esperanza de tener mayor flexibilidad para dedicar tiempo a su maternidad. Sin embargo, en el camino, se ven sobrepasadas por la carga de trabajo que conlleva gestionar un negocio propio y el rol de madre. Las expectativas de ser exitosas como empresarias y madres, junto con la presión de equilibrar ambos roles, pueden hacer que la conciliación se sienta como un desafío inalcanzable.
Todo empieza por una buena planificación
Uno de los principales retos es la falta de tiempo. Aquí es donde la planificación y la gestión de tareas juegan un papel clave. Tener una visión clara de las prioridades tanto a nivel familiar como empresarial permite enfocarse en lo importante, en lugar de dispersarse con múltiples tareas a la vez. Otras técnicas que a mí me sirven mucho para mantener un equilibrio saludable son:
Establecer un calendario semanal.
Segmentar el día en bloques de tiempo dedicados a actividades específicas.
Dividir las tareas en porciones abordables.
Asignar tiempos de descanso y autocuidado.
La tecnología como aliada en la gestión tareas
La tecnología también puede ser una gran aliada. Existen numerosas herramientas de organización, como Trello o Asana, que permiten gestionar proyectos, asignar tareas y hacer seguimiento de avances de manera eficiente. En mi caso, una buena gestión del calendario y la lista de tareas de Google es crucial para sortear con éxito los desafíos de la semana. Al tener todo visualmente ordenado, se reduce la sensación de caos y se facilita la toma de decisiones sobre qué tareas deben ser realizadas primero y cuáles pueden esperar, asignando tiempos realistas a cada una. Al final del día, una buena planificación evita el agotamiento y permite avanzar de manera más productiva, sin descuidar la vida familiar.
Cómo sortear la trampa de la culpa
Otro desafío importante es la culpa. Muchas mujeres sienten que no están dedicando suficiente tiempo a sus hijos o que no están invirtiendo lo necesario en su emprendimiento. Es crucial recordar que no se puede hacer todo al mismo tiempo, y que está bien pedir ayuda. Delegar tareas tanto en casa como en el trabajo es imprescindible para aliviar esta presión. Contratar a un equipo de apoyo, pedir ayuda a familiares o contar con una red de confianza para el cuidado de los niños puede marcar una gran diferencia. Hoy en día incluso existen guarderías infantiles con cowork, como Espacio Künga en Valdivia, que pueden ser una gran alternativa para hacernos la vida más fácil.
La importancia de las redes de apoyo
Además, rodearse de una comunidad de apoyo, tanto en el ámbito personal como profesional, puede ser un cambio significativo. Participar en grupos de emprendedoras, como por ejemplo Imparables, o buscar mentorías que ofrezcan orientación y respaldo, como las que ofrece Pía Mentora, es fundamental. Estos espacios no solo brindan apoyo emocional, sino que también permiten compartir experiencias y aprender de otras mujeres que enfrentan desafíos similares. ¡Incluso es una buena forma de detectar nuevas oportunidades de negocio!
La clave de la conciliación está en la flexibilidad, la planificación y el autocuidado. Aprender a ser compasiva contigo misma, aceptar que no siempre todo saldrá perfecto y reconocer tus logros, por pequeños que sean, son pasos importantes para encontrar el equilibrio entre la maternidad y el emprendimiento.
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